Cuando el valiente guerrero de la resistencia y retador altanero Gerardo Fernández Noroña dice "tuvimos que meter todo el dinero y más" al hablar de las deudas de su partido, no solo se refiere al financiamiento lícito de su partido y de las líneas de crédito que crecen y crecen. También se refiere a los otros medios de financiamiento que el PRD recibe de manos de los ambulantes, taxis piratas, empresarios corruptos, etc.
Sin duda, una de las fuentes de financiamiento más fuertes del Partido Porril junto con la extorsión a giros negros y las aportaciones de empresarios corruptos es el comercio ambulante. La honestidad valiente necesita cada centavo que genera el contrabando, robo a transportistas y el comercio informal para tratar de solventar sus gastos. Y si bien, ellos no originaron el problema, lejos de resolverlo lo han fomentado al grado de contar entre sus miembros a prominentes líderes ambulantes. La siguiente nota de Crónica ilustra con detalle la relación entre los ambulantes y el PRD:
Ambulantes pagan a grupos del PRD $15 millones al mes
En el Distrito Federal, el control de grupos de comerciantes callejeros afines al PRD deja ganacias diarias por cinco millones de pesos, de los cuales el 10 por ciento, es decir, medio millón de pesos, va a parar a Izquierda Democrática Nacional, creada por René Bejarano.
Se trata de un grupo político identificado por perredistas como operador de las campañas de Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard.
Esto quiere decir que, al mes, la corriente bejaranista obtiene un millón y medio de dólares, pues controla, informaron operadores de Nueva Izquierda —otra corriente perredista—, cerca de 100 mil ambulantes, a quienes les cobran cuotas de al menos 50 pesos diarios, como lo constató este reportero al hacerse pasar por comerciante ambulante. De ahí, cinco pesos le tocan a la tribu.
Los grupos de comerciantes informales controlados por dicha corriente operan a través de varios líderes, distribuidos en sus zonas de control, ya sean calles o avenidas. Estos dirigentes rinden cuentas a otros que, a su vez, “son los que están conectados con el PRD”.
Para recolectar el dinero, usan células de entre cuatro y cinco personas que, todos los días van a los puestos, cobran la cuota, y posteriormente la llevan con el líder de cada calle.
Diputados locales del PRD, PAN y PRI, han identificado la presencia de ambulantes bejaranistas en nueve de las 16 delegaciones que hay en el Distrito Federal: Coyoacán, Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Tláhuac, Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalena Contreras y Tlalpan.
Sin embargo, a decir del priista Mauricio López y del panista Obdulio Ávila, el mayor número de los comerciantes controlados por el bejaranismo está en Cuauhtémoc, Coyoacán y Azcapotzalco.
EL TRIBUTO. Rayan las dos de la tarde del 1 de agosto. Con las manos colocadas alrededor de la boca y a todo lo que da su garganta, los vendedores se desgañitan: “¡de a 15, de a 15 el perfumeee!”,
“¡De a peseeeta, de a peseeeta!, grita otro, vendedor de playeras, quien asegura que la desaparecida moneda española equivale a 25 pesos.
El grito de otros, como el de un joven con el cabello pintado de rojo que levanta entre sus manos un Shrek de plástico, raya entre la franqueza, el cinismo y el marketing callejero: “¡paaaásele a lo robado, gente!”.
Bajo la sombra de los plásticos decolorados por el sol —que igual sirven de paraguas o sombra—, un grupo de cinco jóvenes con pantalones y playeras holgadas se abre paso sobre Corregidora.
Se detiene en cada uno de los puestos ambulantes montados sobre la calle adoquinada que, a esa hora, ya es intransitable.
Van recolectando la cuota de 50 pesos que cada vendedor debe entregar a diario. Tras unos minutos, llegan al puesto de tacos —en donde este reportero trabajó de ayudante dos días.
—¡Buenas jefa! —dice un tipo obeso, de cabello ensortijado artificialmente y bigotes que le resbalan hasta el labio inferior. Es el cobrador.
—¡Ya vienes a chingar! —contesta Erika.
Lleva su mano a la bolsa del mandil moteado con rastros de grasa, en el que pretende limpiarse las manos.
Luego saca un billete arrugado de 50 pesos y lo entrega al cobrador, quien, al recibirlo, palomea su nombre en un cuaderno que hace las veces de lista.
Lo mismo ocurre con sus hijos: Mario y Juan Carlos, quienes venden calcetas deportivas en puestos separados, a dos cuadras de donde está su madre.
A los dos días de acudir a la zona en calidad de ambulante, este reportero habló con uno de los cinco tipos encargados de cobrar.
“Mira, esto es un bisne para todos, de los 50 varos que dan en cada puesto, 40 son para Rosalba (la líder), 5 para la delegación, y 5 para el asunto político”, detalla.
—¿Qué asunto político? —se le preguntó.
—Pues tú sabes. Hay que entrarle con los de arriba, con los que están bien parados con el gobierno, o sea, los del PRD.
—¿Cinco pesos le tocan al PRD?
—No sé bien si llegue al PRD, pero sí a gente que está ahí metida.
Ellos entregan el dinero a sus líderes de calle. Lo hacen en domicilios particulares, cercanos a los puntos de ambulantaje, muchas veces en vecindades que también funcionan como bodegas. Los dirigentes se encargan de tomar su parte y separar el dinero que le toca a “los que operan el asunto político”.
Al otro día, El chente, como se le conoce en la zona al cobrador, regresa al puesto de tacos y ofrece nuevos detalles de cómo opera su organización.
“Tenemos que ir a todas las marchas, mítines o movilizaciones de apoyo a López Obrador, somos como soldados”, comentó.
—¿A cuáles han ido?
—A todas las del desafuero.
—¿Qué incluye ese apoyo?
—Ya te dije, la cuota y las marchas.
—¿Nada más?
—Pues comprar playeras del PRD para las marchas, son de a 25 varos y es voluntariamente a fuerzas.
—¿Quién las vende?
—En cada marcha los líderes llegan con las playeras y no sé a dónde se va el dinero, porque no es para ellos, aunque sí le sacan una tajada.
REACOMODOS. La Cámara de Comercio en Pequeño (Canacope) estima que en el Distrito Federal hay más de 500 mil ambulantes, controlados principalmente por el PRD y el PRI, aunque estos últimos han sido desplazados de las zonas de alto comercio y han reducido la influencia de sus líderes en los principales puntos de venta.
Así, en el primer cuadro de la ciudad, se han contabilizado hasta 35 mil ambulantes agrupados en 60 organizaciones.
Sólo 20 de éstas son priístas. Las restantes, perredistas, son manejados por la red tejida por Bejarano y Padierna, según afirman los mismos vendedores,
Sobre los reacomodos que se han dado en los liderazgos del comercio informal, el catedrático de la Universidad de Texas Panamerican, John Cross, afirma en el estudio “La política informal del ambulantaje y la democratización del Distrito Federal” afirma:
“Aunque la administración perredista, tal como en su momento la administración priista, ha tratado de disminuir la influencia del liderazgo (ambulante), los resultados han sido contradictorios.
“Hoy se ve este efecto en el Centro Histórico, donde líderes como María Rosete, afiliada al PRD, ha incrementado su membresía de 100 a 600 personas en los últimos cinco años”, establece en el estudio publicado este año por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, de la UNAM.
Otra de las líderes que se han cobijado en el grupo de Padierna y Bejarano es Benita Chavarría, otrora priista.
El senador del PRD por el DF, Demetrio Sodi, aseguró en mayo pasado que el grupo político de René Bejarano se ha apropiado de las calles aledañas al Zócalo y a espaldas de Palacio Nacional.
E identificó al igual que hacen comerciantes entrevistados por Crónica a los parientes de la diputada Dolores Padierna: Antonio y Ana María Padierna como las cabezas que controlan a los vendedores. Todos ellos, dijo, “han lucrado con la ciudad y ya basta”.
En lucha por la cooptación de espacios y clientelas, los diferentes grupos llegan a incurrir en conductas presuntamente delictivas.
Sobre grupos afines al bejaranismo pesan siete denuncias interpuestas ante la PGJDF por comerciantes simpatizantes del PRI, desplazados por los grupos perredistas. Estos últimos señalaon que los folios son: 50/ACI/660/ 92, 4/21067/91, 1/1145/95, 1/1294/96, SC/A/ 275/96, 4/2106/, y 2/3176/98. En algunas de ellas se menciona directamente a Padierna y a Bejarano.
En el DF, el control sobre la informalidad se da, como antaño, con una perspectiva clientelar-electoral pues los comerciantes callejeros afines a los grupos perredistas están obligados a ir a marchas y mítines pro López Obrador, pues de lo contrario, se les castiga hasta ocho fines de semana, es decir, no pueden vender ni sábados ni domingos.
En cada movilización deben comprar playeras del PRD, cuyo costo es de 25 pesos. El paradero de las cantidades recaudadas por ese concepto se desconoce.
Otra muestra del control corporativo y económico se hizo pública en 2004. En marzo de ese año comerciantes agremiados al grupo de Alejandra Barrios, encarcelada a raíz del asesinato del esposo de María Rosete, denunciaron que por instrucciones de Padierna, María Rosete abrió la cuenta bancaria 5881954-1 de Bancomer en la que se depositaban 40 pesos por cada comerciante de Tepito.
Esto, según para que los comerciantes perredistas tuvieran “seguridad privada”, pero la cuenta se canceló y se abrió otra con número 58906520. Comerciantes que aportaron su dinero dicen desconocer el destino del mismo.
En el seminario “El ambulantaje en la ciudad de México”, el sociólogo de la UNAM Ricardo López Santillán explicó por qué a los dirigentes de la cúpula del ambulantaje no les importa ser tachados o cuestionados por sus acciones:
“Uno podría aventurarse a suponer que la mala imagen del comercio callejero, pesa menos que el botín económico y político que representa”.
* Numeralia
500,000
Ambulantes en el DF
35,000
Ambulantes en el Centro Histórico
100,000
Ambulantes con líderes afines a la IDN
$50
Cuota diaria que deben pagar a sus líderes
$500,000
Cantidad diaria que llegan a ganar líderes afines a la IDN
5%
Porcentaje de la recaudación que le toca “a los del PRD”
Y por si fuera poco:
Policías de élite del Distrito Federal proporcionan seguridad a una líder de ambulantes perredista.
María Rosete, la más connotada jefa de ambulantes de filiación perredista, es parte del selecto grupo de personas en el Distrito Federal que, sin ostentar un cargo público, tiene a su servicio policías de élite de la Procuraduría capitalina. La protegen día y noche cuatro superagentes, inclusive cuando vende ropa interior en Tepito, en Eje Uno Norte y República de Argentina.
Por el número de ambulantes de su organización, extraoficialmente 700, Rosete es considerada como la más importante dirigente del comercio irregular en la zona de Tepito, un bastión electoral del partido del sol azteca, al que incluso ha apoyado financieramente en sus campañas políticas, según denuncias de sus propios agremiados.
Ayer Crónica comprobó cómo María Rosete dispone de
la custodia especial, cortesía de la Procuraduría capitalina.
Fuente: Crónica