sábado, noviembre 18, 2006

Idolatría


ídolo.

(Del lat. idōlum, y este del gr. εἴδωλον).

1. m. Imagen de una deidad objeto de culto.

2. m. Persona o cosa amada o admirada con exaltación.

El atajo mental. La dañina simplificación de creer que una persona es la llave que abre la puerta de salida de nuestros problemas. El vacío de no encontrar en nosotros las respuestas para superar nuestras limitaciones y crecer y prosperar en lo cultural, económico y espiritual.

Bienvenidos al callejón del Ídolo. Una trampa histórica que permanece y que estamos condenados a repetir eternamente. La experiencia que nos deja el sexenio de Vicente Fox -sin contar sus terribles fallas- es que damos demasiada importancia a una sola persona a la cabeza de la administración federal y restamos importancia a los demás actores de la vida democrática, incluidos nosotros mismos.

Presidente: Rey, Rock Star o Funcionario Público

La demencia con la que se adora a Andrés Manuel López Obrador, el éxtasis al repetir "es un honor estar con Obrador" o "pre-si-dente, pre-si-dente" son sintomáticos de nuestra pobre cultura democrática. Una cultura descuidada que ha recibido descargas altamente contaminantes de los coletazos de los movimientos comunistas de los setentas, del resentimiento producto de una cultura carente de innovación y empresa y por supuesto: de la carente sofisticación moral y responsabilidad social de muchos empresarios y generadores de riqueza.

Al enrarecido ambiente, se añade el principal problema: la falta de participación. Las elecciones no son un sistema de gobierno, simplemente renuevan (o reciclan) los puestos y representaciones de la república.

La democracia demanda la participación de todos en todos los niveles, incluyendo el principal vehículo de participación, el partido político. La participación es acción, es generación de ideas. La acción rompe la relación activa-pasiva del ídolo y sus adoradores en donde el ídolo tiene el monopolio de la generación.

Donde se lee o se escucha "AMLO, nuestro presidente legítimo" se percibe el sometimiento de la persona a la voluntad del ídolo. En sus actos masivos, la dignidad de cada individuo se sublima y se pierde al compactarse la masa, como si fuera un exprimidor gigante, el zócalo aglutina a la gente y le exprime su individualidad hasta dejarla seca. Es conmovedor ver a tanta gente entregar su dignidad a tan bajo precio.

Culto a la personalidad

Ciega inclinación ante la autoridad de algún personaje, ponderación excesiva de sus méritos reales, conversión del nombre de una personalidad histórica en un fetiche. La base teórica del culto [98] a la personalidad radica en la concepción idealista de la historia, según la cual el curso de esta ultima no es determinado por la acción de las masas del pueblo, sino por los deseos y la voluntad de los grandes hombres (caudillos militares, héroes, ideólogos destacados, etc.). Es propio de diversas escuelas idealistas atribuir un valor absoluto al papel de las personalidades eminentes de la historia (Voluntarismo, Carlyle, Jovenes hegelianos, Populismo). El marxismo examina el papel de la personalidad, del dirigente, en estrecho vinculo con el curso objetivo de la lucha de clases, con la actividad histórica de las masas del pueblo. Ni siquiera la experiencia del mas genial de los dirigentes puede sustituir la experiencia colectiva de millones de personas. El culto a la personalidad es profundamente adverso al marxismo-leninismo, que por su propia naturaleza, es la ideologia de las inmensas masas trabajadoras, con cuyas manos se transforma la sociedad capitalista en comunista. De ahí que el P.C.U.S. desenmascare con tanta intransigencia el culto a la personalidad imperante en vida de Stalin, que ocasiono graves daños a la teoria y la practica del socialismo. Aunque el culto a la personalidad de Stalin no pudo cambiar la naturaleza del socialismo, constituyo un lastre serio para el desenvolvimiento de la sociedad sovietica. La lucha del P.C.U.S. y su Comité Central contra el culto a la personalidad de Stalin y sus consecuencias ha establecido las condiciones para dar nueva vigencia a las normas de la vida del Partido y del Estado soviético y desarrollarlas, para el ulterior avance de la democracia socialista.El Partido Comunista se guia por la idea de que la teoria y la practica del culto a la personalidad obstaculizan la justa educación de las masas, frenan el crecimiento de su iniciativa, debilitan en cada individuo el sentido de responsabilidad por la causa común (la revolución socialista, la construcción del comunismo), influye negativamente en el desarrollo de la ideología comunista. En la practica, el culto a la personalidad socava los principios democráticos de los partidos comunistas y de la sociedad socialista. Solo podrá asegurarse el éxito de la lucha contra el culto a la personalidad, tanto en la sociedad socialista como en los Partidos comunistas, si se desarrollan por todos los medios la democracia, los Principios leninistas de la construcción del Estado y del Partido.

Diccionario soviético de filosofía Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1965 páginas 97-98



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post, yo agrego que idolatrar tanto a una persona viene también de esa cultura católica tan extendida en la población mexicana, además súmale a eso la historia no resuelta de asumirse siempre como "víctimas" y tienes una combinación letal: el santo redentor y el PRETEXTO perfecto para delegar la culpa de la falta de responsabilidad propia encarnados en una misma figura: el "rayíto" de ¿esperanza?.....

Alex Zvook

muahaha© dijo...

Que onda adoro, como ya es habitual excelente post, este en especial donde tocas ese punto que de plano no llego a entender: idolatrar a un politico!

Antitodo dijo...

Hola imbéciles de este blog. Para acabar con esta trampa tendríamos que corregir la historia desde muy, muy, muy al principio, cuando el hombre se empezó a preguntar que es la muerte, y a donde van los que dejan de respirar? Tendríamos que aniquilar la religión, negar la existencia de Dios y por lo tanto olvidarnos Jesucristo y de la Virgencita de Guadalupe. La idolatría viene cuando no tenemos entendimiento de las cosas, entonces buscamos al mas apto o al menos al que pensamos que nos podrá iluminar el camino de la verdad. La falta de educación, el excesivo bombardeo de publicidad, la caca que nos dan por atole para que nos la chupemos con el dedo, la falta de critica a la misma critica nos provoca el alabar a un pendejo que ladra mucho y muerde poco. Incluso hay pendejos que idolatran a Maradona y hasta tiene una iglesia con su nombre, jajaja que pendejos. Otros que idolatran a una anorexica y un gay salido del closet en un grupito llamado RBD. Que podría esperar cuando idolatran en una iglesia a un ser imaginario porque sus papas les dijeron que tenían que hacer sin siquiera saber porque? Para acabar con esta trampa tendríamos que rehacer las historia desde el principio del hombre, si eso fuera posible no existiría el nacionalismo y tampoco este país por que al fin y al cabo la bandera, nuestro escudo e himno son iconos de nuestra patria. Lo que yo recomendaría mejor seria aumentar la educación y no me refiero a mas escuelas sino a dejar de contaminar a la gente con programas estúpidos que ofenden e insultan la capacidad intelectual del hombre y de esa forma la gente podría ser mas critica y observadora y escogería a un mejor representan te del cambio y de la justicia y no a cualquier pendejo como Lápiz Labrador o Jelipe Maricón.