MURAT * APPO * $$$ : Triángulo de Amor

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¿Qué quiere en realidad la APPO?

APPO y Dinero
por Sergio Sarmiento en Reforma

¿Por qué el empeño obsesivo de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca por derrocar al gobernador Ulises Ruiz? ¿Realmente están tan interesados sus integrantes en ayudar a los pobres que han tenido que destruir la economía del estado y empobrecer más a los pobres para ayudarlos de alguna manera misteriosa al final? ¿Son verdaderamente los appistas denodados luchadores sociales cuyo único interés es mejorar la situación de los pueblos de Oaxaca?

Eso es lo que dicen los militantes de la organización así como los miembros del PRD, el Frente Popular Francisco Villa y otros grupos que los apoyan. Pero hay buenas razones para ser escéptico.

Desde hace meses fuentes distintas me han dicho que el ex gobernador José Murat entregaba importantes cantidades de dinero a los grupos de la APPO y que en buena medida el problema que la organización ha tenido con el actual gobernador Ulises Ruiz es que éste les quitó el dinero. Este miércoles, en una entrevista radiofónica, el gobernador Ruiz no sólo me confirmó la información sino que me señaló que la cantidad de dinero que se daba a los grupos de la APPO era de 400 millones de pesos anuales.

Una entrevista publicada en la revista electrónica Índigo con dos presuntos operadores de la APPO, cuyos nombres no se revelan, parece confirmar esta información. Según los entrevistados, el dinero lo recibían Flavio Sosa y otros miembros de la APPO del gobierno de Murat. Los entrevistados afirman que Sosa les dio una casa a uno y a otros "otras cosas". Para llevar a cabo acciones sucias de distinto tipo, se daba a cada uno de los miembros de las organizaciones de choque 3 mil pesos mensuales. También se les proporcionaba droga.

Pero "si vamos a desestabilizar, es otro precio", señalan los supuestos operadores de la APPO. "Por ejemplo, hace un mes nos dijo César Mateos que juntáramos chavos porque íbamos a desestabilizar las bodegas del [periódico] Noticias. 'Compren drogas y agarren dos o tres camiones con 50 chavos y dan el tiro.' Y lo que hicimos fue bien falso. Como la bodega es una pequeña plaza, comenzamos a 'cristalear', a meternos al autoservicio, a robar y hacer creer que fue un golpe que dio el gobierno del estado hacia la APPO". (Índigo, 20 de octubre de 2006.)

Flavio Sosa, según esta entrevista titulada "El lado oscuro de la APPO" y firmada con el seudónimo Nicolás Tripero, "está operando para gente de la Cámara de Diputados, y está hable y hable con gente de todos lados. Él se convirtió en el enlace, al decir que tenía un movimiento radical. La verdad es que así es, pero él está operando para alguien de arriba".

Los entrevistados afirman que "Murat está detrás de todo esto y Flavio es el enlace. Cuando estaba Murat en el poder, Flavio tenía todo. Sus concesiones [de transporte], los proyectos de llevar cosas a los pueblos, todo. Cuando llega Ulises, Flavio empieza a pedir y a pedir y a pedir. ¿Qué hace el gobernador?, pues le dice: 'Esto te puedo dar, esto no'".

Esta decisión de no acceder a todas las exigencias de la APPO fue, según los entrevistados, la razón por la cual esta organización decidió unirse al movimiento iniciado por la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Es también la razón por la cual ningún arreglo que no incluya la renuncia o la destitución de Ulises puede ser aceptada por la APPO.

La historia la he escuchado ya varias veces y hay muchos indicios de que es verdad. El problema de la APPO con Ulises Ruiz no tiene nada que ver con principios altruistas. El diferendo surge, simplemente, de que el gobernador no quiso ya aceptar el chantaje. Lo curioso del caso es que el gobernador, según la información disponible, ni siquiera les cortó a los appistas todo el dinero que recibían. Bastó con que redujera el total. Eso fue suficiente como para que la APPO lo condenara definitivamente.

Uno puede argumentar que 400 millones de pesos anuales no son nada en comparación con los costos que la ciudad y el estado de Oaxaca han tenido por el bloqueo de más de cinco meses. Las pérdidas en ingresos de las empresas, y las de sueldos, propinas y ventas de trabajadores y vendedores de escasos recursos, ascienden cuando menos a 4 mil millones de pesos en cinco meses.

Quizá lo lógico sea aceptar el chantaje y entregarle nuevamente el dinero a la APPO. Pero, ¿realmente queremos continuar con este tipo de arreglos? ¿Deseamos que nuestros gobiernos sigan comprando la paz social entregando cientos de millones de pesos de los contribuyentes a los líderes de organizaciones de choque? O ha llegado el momento para que, de una vez por todas, nos neguemos a pagar estos chantajes.