Ley de Precios Competitivos del Peje

En la Prejidenjia Lejitima, el gabinete económico se forma para poder usar esta computadora a prueba de algoritmos y fraudes para poder calcular los beneficios de sus iniciativas legítimas.

Ley de Precios Competitivos del Peje

Cuando el pasado nos alcance.

Después de haber omitido por completo el tema de la competitividad en su campaña presidencial. AMLO presenta su flamante Iniciativa de Ley de Precios Competitivos para catapultar a México al primer mundo.

Esta ley marca la vanguardia en teorías de economía de mercado. Seguramente es el resultado de un esfuerzo titánico por parte del gabinete económico de la prejidenjia legítima que incluyó, entre otras cosas, el estudio detenido de los mejores trabajos de economía del mundo para llegar a una de las soluciones económicas más modernas e inteligentes jamás presentadas: ¡regular artificialmente los precios!

¿Cómo no se nos había ocurrido antes? Sin duda se requiere de la claridad de un genio para llegar a este nivel de sofisticación de ideas. Y esta idea es una de las mejores que el Peje ha tenido, quizá todavía mejor que la de convertir a las Islas Marías en un parque de diversiones.

Esta es la propuesta del Peje:

Crear una Comisión de Precios Competitivos que se encargue de regular los excesivos precios de los productos y servicios que se venden en México.

El criterio para determinar si un producto tiene un precio excesivo es que cuatro empresas controlen la mayoría del mercado del producto y que su precio de venta se encuentre arriba del 10% de su costo de producción.

La Comisión pondrá a estos productos un Precio Competitivo determinado por un análisis de su costos de manufactura y comparando precios internacionales.

¿Qué dijeron? ¿Electricidad y gasolina barata? NUNCA. Esta pejeley no aplicaría a los insumos que producen los monopolios del estado. La electricidad seguirá costando casi el doble que en Estados Unidos porque la prejidenjia legítima es muy amiga del sindicato de electricistas de Luz y Fuerza del Centro (empresa en quiebra técnica). Según cidac.org, solamente en el año 2002, los gastos en personal de Luz y Fuerza fueron cinco veces mayores que los ingresos de la empresa. En el año 2003, ¡el gobierno federal gastó más dinero en CFE y Luz y Fuerza que en el presupuesto combinado de las secretarías de Educación y Salud! Uno de cada tres pesos que se recaudan de IVA van a parar a estas empresas que siendo monopolios deberían de estar generando dinero para México y no al revés! Dato curioso para los que se desgarran las vestiduras al oír hablar de la generación privada de energía: Las eléctricas privadas en Estados Unidos venden su electricidad a la mitad del precio que en México Y aportan dinero al herario público a través del pago de sus impuestos. Son los sindicatos amigos del Peje los que salen ganando de esta ecuación en donde todos perdemos.

Uno de los ejemplos favoritos del Peje para justificar su ley es el costo del crédito al consumo. Suena lógico ¿no?, Primero los Pobres, y los pobres necesitan que la Tarjeta Palacio les de crédito barato para esa pantalla de plasma que tanto necesitan. Nada como ver Betty la Fea ¿Quién es el Sr. López? de Mandoki en 80 pulgadas de plasma de alta definición en abonos chiquitos cortesía de la Comisión de Precios Competitivos para sacar al país del estancamiento.

La charlatanería de esta Ley no tiene límite. En México una lata de Coca-Cola (producto del fraude, por cierto) cuesta $ 5.00 pesos en Wal Mart. La misma lata cuesta $ 3.20 pesos en un supermercado de Estados Unidos. La Comisión de precios competitivos le va a ordenar a FEMSA (embotelladora de Coca-Cola y empresa del fraude) que venda su lata de Coca-Cola a un precio cercano a los $ 3.20 pesos pero tendrá que seguir pagando casi el doble por la energía eléctrica. Esto en una industria que depende intensamente de la electricidad ya que casi todos sus procesos son automátizados. ¿Tiene lógica esto? Si, en la pejematrix. Para entender esto necesitamos de la misma lógica que explica las encuestas de 10 puntos, el fraude, o la propuesta de hacer carreteras con pocas máquinas para contratar más gente y generar más empleos.

En el siglo XXI, en el mundo globalizado, para combatir a los oligopolios se requiere apoyar a las empresas y profundizar el libre comercio. Un ejemplo: el precio del cemento en México (otro de los ejemplos favoritos de AMLO) es controlado por un oligopolio formado por Cemex, Apasco, Cruz Azul, Moctezuma y Lafarge. Cuando un grupo empresarial intentó importar cemento más barato a bordo del buque-silo Mary Nour se toparon con el peso de Cemex y sus prácticas monopólicas.

La solución claramente no es manipular artificialmente los precios del mercado. La solución es profundizar el libre comercio y la iniciativa empresarial. Inlcuye también una reforma fiscal que ponga a México a la vanguardia con Irlanda, los países de Europa del este, Rusia y China.

Con estas iniciativas, AMLO confirma que vive en el pasado. Un pasado que queremos dejar atrás rápidamente.