Traicionan a AMLO

Tal y como lo hizo con el plantón de Reforma. AMLO trata de llevar las situaciones al límite con ningún otro objetivo que el de permanecer relevante.

No se trata de su lucha épica contra los Señores del Dinero, tampoco de mejorar la calidad de vida de los que menos tienen. Se trata de ser presidente, el jefe de jefes, el poder por el poder.

La toma de protesta se llevará a cabo como se pueda sin importar el daño a las instituciones y a la democracia.

AMLO piensa que bajo este escenario pierde Calderón. Se equivoca. Ante sus acciones todos perdemos pero entre los que más pierden es él. Tal y como lo demuestran las verdaderas encuestas -no las de 10 puntos- su imagen va en picada y sólo su base de apoyo más radical continua apoyando sus locuras.

Si bien no es poca cosa que este enfermo no acepte su derrota y mande al diablo a las instituciones. No aceptar los resultados por vanidad o locura pura y dura puede tolerarse. Lo que es no puede tolerarse es que el tipo se convierta en un elemento activo que lejos de luchar contra Los Señores del Dinero torpedeé la democracia en México.

Junto con AMLO, son los perredistas que necesiten para su futuro político un PRD fuerte y bien posicionado los que salen perdiendo. Los futuros candidatos a gobernadores, a presidente, a diputados o a senadores. Ellos -como lo ha venido demostrando el movimiento de tribus dentro del partido- son los que están más interesados en un partido que embone y opere bajo el marco de la institucionalidad.

La apuesta de AMLO para ser presidente ya esta fuera de todo marco normal. AMLO esta siguiendo los pasos de Evo Morales y Hugo Chávez.

La noche del Lunes, AMLO convocó a Cota, Navarrete (líder de los senadores perredistas), González Garza (líder de los diputados perredistas), Monreal, Muñoz Ledo, Camacho, y al procurador Bátiz. Seguramente de allí salió la orden para tomar la tribuna. Orden que en el momento de ser difundida al resto de los diputados perredistas fué ventilada al PAN por los mismos que no ven con buenos ojos que el PRD se convierta en un partido de porros al servicio de los planes presidenciales de AMLO.