martes, febrero 27, 2007

Consumismo Asqueroso vs. Tarjeta de Racionamiento

Para Elena Poniatowska, Cuba es un paraíso que se salva del "consumismo asqueroso". Al parecer, a Elena le gusta el sistema de tarjeta de racionamiento que tiene Cuba, la tarjeta incluye un jabón cada dos meses y no incluye papel higiénico o toallas femeninas. Probablemente, para Elena, adquirir toallas femeninas y papel higiénico no es otra cosa más que asqueroso consumismo.

A continuación incluimos un excelente artículo publicado en el Universal acerca de cómo viven los cubanos su paraíso alejado del "consumismo asqueroso" que tanto abruma a Elenita y a otros pseudointelectuales mexicanos.

El artículo no habla sobre la educación y la salud en Cuba, quizá los únicos logros de la dictadura. Muchos gustan contraponer estos logros a la falta de libertad, democracia y carencia extrema que azota la isla. De lo que si habla el artículo es de la doble vida que los cubanos son obligados a llevar bajo esta sí asquerosa dictadura.

Algo así como la doble vida que llevan Elena, Jesusa y cia. quiénes disfrutan del consumismo asqueroso (aunque a veces se cansan y se toman unas vacaciones a Cuba) mientras se desviven en elogios por la revolución cubana.

¡Hasta la victoria siempre!

El tedio de una revolución que se tambalea


A casi 50 años de la Revolución encabezada por el "ardiente profeta de la aurora", como llamó el Che Guevara a Fidel Castro en 1956, el problema principal de los cubanos, dice Pedro Juan Gutiérrez, es que deben sobrevivir, "aunque esto signifique tirar todo por el caño"

Héctor de Mauleón
El Universal
Martes 27 de febrero de 2007


LA HABANA.- Con altos tacones, y una minifalda brevísima, Idianelys camina despacio por el malecón. La brisa le agita el cabello, que recuerda un vestido negro que bailoteara en un tendedero de ropa. A La Habana ha llegado la noche, y ella anda a la caza de turistas. Por un puñado de pesos convertibles, Idianelys puede llevarte a la ciudadela donde vive con sus hermanos y sus padres: una vecindad a punto de caerse, entre cuyas paredes, descarapeladas, llenas de tendederos y consumidas por la sal, se hacinan desde hace varias décadas decenas de familias.

Mientras ella resuelve el día sobre un catre, en la estrecha habitación contigua sus padres miran telenovelas cubanas y brasileñas.

El corresponsal de una agencia de noticias cuenta una historia: antes de que pudiera entrar al dormitorio, para pasar el rato al lado de una jinetera, el padre de ésta tuvo que desalojar, cargando, a una anciana paralítica.

Parece un cuento de Pedro Juan Gutiérrez, cuyos libros traducidos a veinte idiomas no circulan, por cierto, en la isla. Pero no lo es. A casi 50 años de la Revolución encabezada por el "ardiente profeta de la aurora", como llamó el Che Guevara a Fidel Castro en 1956, el problema principal de los cubanos, dice Pedro Juan Gutiérrez, es que deben sobrevivir, "aunque esto signifique tirar todo por el caño".

En la avenida Independencia, decenas de espectaculares con los rostros de Fidel, de Hugo Chávez, del Che Guevara, arrojan desde las alturas dardos cargados de optimismo: "Vamos bien", "Nunca se forjó un pueblo con tantas cualidades y tantas virtudes".

Pero en La Habana, cuya fisonomía recuerda la de una anciana aristócrata que se ha quedado sin dientes, unas 300 edificaciones sufren derrumbes parciales y totales cada año. Según datos del Instituto Nacional de la Vivienda, 43% del fondo habitacional se encuentra "en malas y regulares condiciones", como si la ruina del entorno urbano fuera la metáfora de una sociedad que parece tambalearse en medio de tensiones permanentes.

Los padres, esposos y hermanos que a cambio de pesos convertibles alcahuetean a mujeres de su propia familia, no son sino un dato más del derrumbe:

"Aquí, eso es moneda corriente", dice con sonrisa pícara el taxista Enrique. "Y ni siquiera es mal visto, porque el cubano, ante todo, tiene que resolver".

"Resolver" significa sobrevivir con el salario más bajo del continente, incluyendo a Haití: 13 dólares al mes; o sea, 43 centavos de dólar diarios. Significa ejercer la "apropiación": sacar cosas de las fábricas, de los centros de trabajo, de las tiendas, de los restaurantes, de los bares, de los hoteles, para revenderlas en el mercado negro. Significa, en fin, "ir por la izquierda": participar de un sistema extraoficial, subterráneo, paralelo, invariablemente regido por la corrupción.

"El salario alcanza para ocho días. Por eso, cuando uno consigue trabajo, no se pregunta cuánto va a ganar, sino cuánto se puede robar, continúa alegremente Enrique, quien por cierto conduce con el taxímetro apagado, a fin de expropiarle al Estado los cinco o seis pesos convertibles que cuesta la dejada.

En el museo Hemingway, una persona que ofrece venderle a escondidas al fotógrafo Jorge Ríos una hoja firmada por el autor de El viejo y el mar, ilumina sobre los pliegues de un sistema en donde todos engañan, y en el que aquello que se observa en la superficie suele contener un mar de fondo.

El 17 de noviembre de 2005, ante las señales de un deterioro moral abrumador, Fidel Castro llamó a la sociedad cubana a combatir la ilegalidad y la corrupción. El aún Comandante en Jefe admitió, incluso, que la ruina moral de los habitantes de la isla podría poner en riesgo a la Revolución, lo que es mucho admitir en una figura que ha visto pasar a diez inquilinos de la Casa Blanca.

A pesar del llamado, un año más tarde el periódico oficialista Juventud Rebelde informaba que de 11 mil 692 establecimientos comerciales revisados por las autoridades, 52% violaba "considerablemente" los precios, ofrecía mercancías por debajo del peso señalado y alteraba la calidad tanto de los productos vendidos como de los servicios prestados.

Durante años, numerosos intelectuales se han referido a la doble moral, la hipocresía, la mentira, el disimulo, "y otras dobleces de las complejidades de la vida cubana" provocadas por la falta de liquidez financiera, así como por una política que contempla graves penas para quienes transgreden las reglas.

Alguna vez, el poeta Raúl Rivero lo señaló magistralmente: "El cubano es un actor disfrazado de gerente, o periodista, o militar, que mientras mantenga la compostura, acepte el guión y repita el parlamento que se le exige, podrá seguir desempeñando su papel en la comedia".

Esta definición, sin embargo, le valió ser condenado a 20 años de cárcel.

Vida en el ´apartheid´

Al mediodía, la calle Obispo, arteria principal de La Habana Vieja, despliega sus prestigios arquitectónicos entre un hervidero de gente que recorre tiendas, galerías, bares, cafés y restaurantes. Niños y ancianos piden "aunque sea un centavo para comer". Decenas de hombres platicadores y sonrientes, ofrecen "por fuera" cualquier cantidad de tabaco y de ron.

La librería más importante, La moderna poesía, no contiene poesía. En su exiguo catálogo circulan, sobre todo, volúmenes de autores que se ajustan al decreto 88, que puede interpretar como antipatrióticas las opiniones diferentes.

Destacan títulos como Encuentro con Fidel, Cien horas con Fidel, Absuelto por la Historia, En Marcha con Fidel y Fidel: en memoria del joven que es. No se hallan, desde luego, los libros de Reinaldo Arenas, quien apuntó que la belleza irrita a las dictaduras porque éstas no pueden gobernarla, y por tanto intentan destruirla.

Más allá del célebre y ruidoso Floridita, entre edificios apuntalados con vigas y cuarterías que albergan hasta doce individuos en cada habitación, cientos de personas aguardan en fila el paso del "camello", camiones capaces de transportar hasta a 300 pasajeros, y a los que siempre es preciso esperar durante horas.

"A los cubanos nos tienen prohibido viajar por el mundo, y encima es imposible viajar por La Habana", bromea una estudiante de Biología llamada Elisa.

De hecho, la inmovilidad resulta el sello más notable de la vida en La Habana. La crisis del transporte, insuficiente para desahogar el tránsito cotidiano de 2.2 millones de habitantes, representa una de las peores carencias de la población. Como es imposible comprar un auto, pues los cubanos tienen prohibido vender sus autos, y como los taxis son inalcanzables (hasta diez pesos convertibles por dejada), ir y volver del trabajo es una tarea que puede tomar cinco horas.

"Lo bueno del ´camello´ -reza un chiste popular-, es que ya no hace falta ir al cine: uno sube y ve sexo, violencia y acción".

Al arrancar 2007, a nadie parece robarle el sueño lo que pueda ocurrir en las altas esferas del gobierno tras el retiro de Fidel Castro, quien en julio pasado delegó las tareas prioritarias a un grupo de dirigentes de su máxima confianza: el cambio fáctico de poderes parece estar ocurriendo en otra parte, en una isla lejana.

Reacios a emitir opiniones que puedan "causar problemas", golpeados por la amplia brecha que existe entre los salarios y los precios, en los habitantes de La Habana sólo se advierte una voluntad de luchar para llevar a casa algo más que una tarjeta de racionamiento que, según Enrique, incluye jabón cada dos meses y, según Elisa, no incluye papel higiénico ni toallas sanitarias.

Discriminados por un apartheid que les niega el acceso a los lugares de esparcimiento destinados al turismo o a la burocracia, sin libros, sin acceso a internet, sin partidos políticos, sin prensa libre, con sólo dos canales de televisión dedicados de tiempo completo a la transmisión de propaganda, al caer la tarde los habitantes de la ciudad parecen esperar a que se decida su suerte.

Lo hacen sentados a la puerta de sus casas, en barrios sobresaturados donde, según los libros de Pedro Juan Gutiérrez, el espectro de las aspiraciones se reduce al sexo, y en los que la oferta de uso del tiempo libre suele estar regida por el tedio.

Lo hacen paseando por el malecón, riendo por todo, con una alegría que se contagia y que duele, mientras Idianelys camina por la calle y más atrás el mar golpea las costas de una isla fragmentada, solitaria, rota.

lunes, febrero 26, 2007

Discurso para jodidos.



Sábado 24 de Febrero, Uxpanapan, Veracruz:

Presidente Legítimo - ¿Quién gobierna este municipio?
EL PUEBLO - ¡El PAN!
Presidente Legítimo - Eso me parece algo raro, porque es un municipio pobre y ese partido es de los riquillos.

¿Qué raro no? El PAN o cualquier otra cosa que no sea el Peje gobierna un municipio pobre. ¿No debería el Peje tener el monopolio de los pobres?

La pregunta que trata de responder Mandoki ¿quién es el señor López? tiene la siguiente respuesta: hay dos señores López. El de antes y después del 2 de julio. El de antes parecía ser un político limitado pero honesto y sencillo. El de hoy, es un vividor limitado y mentiroso. Hoy en día, el señor López sobrevive con un discurso de retraso mental.

AMLO no entiende porqué si le ofrece a los "pobres" el Imperio de la Alegría la mayoría lo rechaza. La explicación en su pequeña mente (y en la de muchos otros) es que los malos Señores del Dinero a través del miedo y la manipulación tienen controlado al pueblo bueno. Por eso era tan importante "romper el cerco mediático" y recetarnos la bazofia de programa La Verdad sea Dicha.

La realidad es que el discurso de AMLO no es para los pobres, es para los jodidos (para los agachados en palabras del movimiento) y no todos los pobres se sienten jodidos. El Peje y Cia. creen que gracias al fútbol y a las telenovelas los Señores del Dinero pueden continuar la explotación del pueblo bueno. Lo que no entienden es que no toda la gente pobre cree que su condición es causada por una fuerza maligna de la que necesita protección del Peje. Del mismo modo, afortunadamente la mayoría conoce el camino para salir adelante y quieren un gobierno que genere las oportunidades y el ambiente adecuado para desarrollarse y prosperar.

jueves, febrero 22, 2007

¿Despelelización?

¿Estará saliendo Marcelo Ebrard de la cruda de vino AMLO?

Cuando la presidencia legítima (jajaja, -nos sigue dando risa-) ordenó a Marcelo Ebrard subsidiar con 400 millones de pesos la leche liconsa en la Ciudad de México, Marcelo obedeció pronto como un legítimo pelele.

Sin embargo, últimamente Marcelo ha empezado definir un estilo propio diferente al de su antecesor. Ha declarado que sus prioridades son la infraestructura hidráulica de la ciudad, el metro y los demás sistemas de transporte masivos como el metrobus (todo seriamente descuidado por AMLO) y sus últimas acciones contra el narco en tepito marcan un precedente. Ningún gobierno del PRI o del PRD se había atrevido a tocar el corazón del crímen en la Ciudad de México.

Sin duda Marcelo Ebrard esta alzando la mano y diciendo decididamente "aquí estoy". Esta puesto para el 2012 y esta decidido a demostrar que tiene lo que se necesita.

AMLO corre el peligro de ser desechado tal y como desechó a Cuauhtémoc Cárdenas después de utilizarlo. AMLO deberá de aplicarse a afiliar a toda la gente que pueda a su partido cuarta república antes que el PRD despierte del efecto peje y lo corra de una patada en el trasero.

domingo, febrero 18, 2007

Honestidad Intelectual

Elena Poniatowska y Jesusa Rodríguez participan
en la XVI Feria Internacional del Libro de Cuba.


“Se salvan a la inteligencia, a la verdad, al vigor personal, a la espiritualidad, a la negación del consumismo asqueroso que a todos nos ahoga, sobre todo en México” --Elena Poniatowska acerca de Cuba

Elena Poniatowska se desvive en elogios por Cuba. Como ella, son muchas las figuras de la cultura (cuesta trabajo llamarlos intelectuales) que ven a Cuba como un paradisiaco oasis en el desierto capitalista. En su país se levantan como paladines de la democracia en contra de las obscuras fuerzas de la derecha. Pero jamás se atreverán a asociar la palabra democracia con Cuba. Nada que tenga que ver con derechos humanos o libre expresión. Mejor, se dedican a disfrutar de la hospitalidad del estado cubano que las hospeda en una suntuosa y bella casa (construída hace mucho por algún infame Señor del Dinero) en algún barrio exclusivo de la Habana (seguramente en Miramar o Cubanacán, barrios que albergan lujosas residencias ocupadas hoy en día por embajadas y empresas extranjeras). Desde ahí, desde un palacete de la época obscura capitalista, tratadas como realeza, se inspiran por ese rincón alejado del "consumismo asqueroso".

¿Qué opinarían si Vicente Fox le hubiera pasado el poder a su hermano? ¿Les hubiera gustado que se quedara cuarenta años en el poder?

En sus pequeñas mentes se libra una batalla épica contra el consumismo, el imperialismo, el capitalismo y todos los ismos que provienen de las fuerzas obscuras de la derecha. Cuba es su último bastión; un país que para ellos conserva con orgullo su dignidad y su identidad cultural. Todo esto, naturalmente, a costa de los cubanos, quienes son al final los que se tienen que soplar la dictadura y el nepotismo de Fidel Castro.

¿Pero qué más pueden pedir los cubanos? Tienen salud, educación y ¡Elenita está en la Habana para presentar su libro Tinísima! ¿Qué más quieren?..... ¿Qué tal libertad? La libertad de decir lo que quieran, de ir a donde quieran, de hacer de sus vidas lo que quieran. Ni más ni menos que las mismas libertades que disfrutan Elenita y Jesusa. ¿Le gustaría a Jesusa tener que vivir con su pareja en la casa de su mamá junto con toda su familia? ¿Porqué los Cubanos se joden y ella no? ¿Todo porque las paladinas de la democracia consideran que hay que joderse a los gringos? Hipocresía o falta de actividad neuronal, en cualquiera de las dos, cualquiera de los dos casos.

Es interesante como se repite esta idea del "consumismo asqueroso". En en su terrible imitación de Pedro Infante en la infame sexta edición de la Verdad sea Dicha, Jesusa hace la confesión: "somos agachados y consumistas". ¿Porqué la obsesión por el consumismo? A fin de cuentas, el acto de consumir afecta solamente al que consume. Seguramente se refieren a la compulsión de comprar cosas que no necesitamos, o comprarlas por razones artificiales como pertenecer a cierto grupo o acceder a cierto status social. En todo caso, Elena y Jesusa se deberían de preocupar más por sus vidas y menos por las de los demás. Todos tenemos derecho a hacer lo que queramos de nuestras vidas. Si eso significa nunca ver televisión y dedicarnos a leer, muy bien. También si nos dedicamos a leer a Elenita. Y si esto significa no perderse un capítulo de la Fea más Bella e ir de compras a Santa Fe, también muy bien.

Lo que no aceptamos, es que un par de hipócritas profesionales ventilen sus frustraciones al criticar el "consumismo asqueroso" o señalen la falta de democracia en México cómodamente desde su palacete en Miramar.

sábado, febrero 17, 2007

La máquina de matar.

El Ché. La quintaesencia del ídolo. Su imagen adorna desde tatuajes hasta banderas y pancartas en marchas y movimientos sociales en todo el mundo. Para unos, su imagen representa la lucha por los ideales. La pelea valiente por un mundo mejor y más justo.

La realidad no podía estar más alejada del mito. Lejos de ser un hombre justo e inteligente, el Ché Guevara fué un hombre cruel y limitado. Capaz de escribir cosas como “El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar.” El Che es el ejemplo perfecto de nuestro leitmotif: ¡No a los ídolos!

Anexamos el artículo de Álvaro Vargas Llosa publicado originalmente en The New Republic y recogido por la indispensable Letras Libres en su edición "Che Revisited".

La Máquina de Matar



FEBRERO DE 2007

El Che Guevara, de agitador comunista a marca capitalista

por Álvaro Vargas Llosa

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El Che Guevara, quien hizo tanto (¿o tan poco?) por destruir al capitalismo, es en la actualidad la quintaesencia de una marca capitalista. Su semblante adorna jarros de café, caperuzas, encendedores, llaveros, billeteras, gorras de béisbol, tocados, bandadas, musculosas, camisetas deportivas, carteras finas, jeans de denim, té de hierbas, y por supuesto esas omnipresentes remeras con la fotografía, tomada por Alberto Korda, del galán socialista luciendo su boina durante los primeros años de la revolución, en el instante en que el Che de casualidad se introdujo en el visor del fotógrafo—y en la imagen que, treinta y ocho años después de su muerte, constituye aún el logotipo del revolucionario (¿o del capitalista?) “chic”. Sean O'Hagan sostuvo en The Observer que existe incluso un jabón en polvo con el eslogan "El Che lava más blanco."

Los productos del Che son comercializados por grandes corporaciones y por pequeñas empresas, tales como la Burlington Coat Factory, la cual difundió un comercial televisivo presentando a un joven en pantalones de fajina luciendo una remera del Che, o la Flamingo''''''''s Boutique en Union City, Nueva Jersey, cuyo propietario respondió a la furia de los exiliados cubanos locales con este argumento devastador: "Yo vendo lo que la gente desea comprar." Los revolucionarios también se unieron a este frenesí de productos—desde "The Che Store", que vende provisiones, hasta el sitio que atiende "todas sus necesidades revolucionarias" en Internet, y el escritor italiano Gianni Minà, quien le vendió a Robert Redford los derechos cinematográficos del diario del Che sobre su juvenil viaje alrededor de América del Sur en el año 1952 a cambio de poder acceder al rodaje del film Diarios de Motocicleta y de que Minà pudiese producir su propio documental. Para no mencionar a Alberto Granado, quien acompañó al Che en su viaje de juventud y ahora asesora documentalistas, y que se quejaba hace poco en Madrid, según el diario El País, ante un Rioja y un magret de pato, de que el embargo estadounidense contra Cuba le dificulta el cobro de las regalías. Para llevar a la ironía más lejos: el edificio en el cual nació Guevara en la ciudad de Rosario, Argentina, un espléndido inmueble de comienzos del siglo veinte sito en la esquina de las calles Urquiza y Entre Ríos, se encontraba hasta hace poco ocupado por la administradora de fondos de jubilaciones y pensiones privada Máxima AFJP, una hija de la privatización de la seguridad social argentina en la década de 1990.

La metamorfosis del Che Guevara en una marca capitalista no es nueva, pero la marca viene experimentando un renacimiento—un renacimiento especialmente destacable, dado que el mismo tiene lugar años después del colapso político e ideológico de todo lo que Guevara representaba. Esta suerte inesperada se debe sustancialmente a Diarios de Motocicleta, la película producida por Robert Redford y dirigida por Walter Salles. (Es una de las tres películas más importantes sobre el Che ya realizadas o actualmente en rodaje en los últimos dos años; las otras dos han sido dirigidas por Josh Evans y Steven Soderbergh.) Hermosamente rodada en paisajes que claramente han eludido los efectos erosivos de la polución capitalista, el film exhibe al joven en un viaje de auto-descubrimiento a medida que su conciencia social en ciernes tropieza con la explotación social y económica, lo que va preparando el terreno para la reinvención del hombre a quien Sartre llamara alguna vez el ser humano más completo de nuestra era.

Pero para ser más preciso, el actual renacimiento del Che se inició en 1997, en el trigésimo aniversario de su muerte, cuando cinco biografías abrumaron las librerías y sus restos fueron descubiertos cerca de una pista de aterrizaje en el aeropuerto de Vallegrande, en Bolivia, después de que un general boliviano retirado, en una revelación espectacularmente oportuna, indicara la ubicación exacta. El aniversario volvió a centrar la atención en la famosa fotografía de Freddy Alborta del cadáver del Che tendido sobre una mesa, escorzado, muerto y romántico, luciendo como Cristo en un cuadro de Mantegna.

Es usual que los seguidores de un culto no conozcan la verdadera historia de su héroe. (Muchos rastafaris renunciarían a Haile Selassie si tuviesen alguna idea de quien fue en realidad.) No sorprende que los seguidores contemporáneos de Guevara, sus nuevos admiradores post-comunistas, también se engañen a sí mismos al aferrarse a un mito—excepto los jóvenes argentinos que corean una expresión de rima perfecta: "Tengo una remera del Che y no sé por qué."

Considérese a algunos de los individuos que recientemente han blandido o invocado el retrato de Guevara como un emblema de justicia y rebelión contra el abuso de poder. En el Líbano, unos manifestantes que protestaban en contra de Siria ante la tumba del ex primer ministro Rafiq Hariri portaban la imagen del Che. Thierry Henry, un jugador de fútbol francés que juega para el Arsenal, en Inglaterra, se apareció en una importante velada de gala organizada por la FIFA, el organismo del fútbol mundial, vistiendo una remera roja y negra del Che. En una reciente reseña publicada en The New York Times sobre Land of the Dead de George A. Romero, Manohla Dargis destacaba que "el mayor impacto aquí puede ser el de la transformación de un zombi negro en un virtuoso líder revolucionario," y agregó: "Creo que el Che en verdad vive, después de todo."

El héroe del fútbol Maradona ostentó el emblemático tatuaje del Che en su brazo derecho durante un viaje en el que se reunió con Hugo Chávez en Venezuela. En Stavropol, al sur de Rusia, unos manifestantes que reclamaban los pagos en efectivo de los beneficios del bienestar social tomaron la plaza central con banderas del Che. En San Francisco, City Lights Books, el legendario hogar de la literatura beat, invita a los visitantes a una sección dedicada a América Latina en la cual la mitad de los estantes se encuentra ocupada por libros del Che. José Luis Montoya, un oficial de policía mexicano que combate el crimen relacionado con las drogas en Mexicali luce una vincha del Che porque ella lo hace sentirse más fuerte. En el campo de refugiados de Dheisheh, en la margen occidental del río Jordán, los afiches del Che adornan un muro que le rinde tributo a la Intifada. Una revista dominical dedicada a la vida social en Sydney, Australia, enumera a los tres invitados ideales en una cena: Alvar Aalto, Richard Branson, y el Che Guevara. Leung Kwok-hung, el rebelde elegido a la junta legislativa de Hong Kong, desafía a Beijing al vestir una remera del Che. En Brasil, Frei Betto, consejero del Presidente Lula da Silva y encargado del programa de alto perfil "Hambre Cero," afirma que "deberíamos prestarle menos atención a Trotsky y mucha más al Che Guevara." Y lo más estupendo de todo, en la ceremonia de este año de los Premios de la Academia, Carlos Santana y Antonio Banderas interpretaron la canción principal del film Diarios de Motocicleta: Santana se presentó luciendo una remera del Che y un crucifijo. Las manifestaciones del nuevo culto del Che están por todas partes. Una vez más el mito está apasionando a individuos cuyas causas en su mayor parte representan exactamente lo opuesto de lo que era Guevara.

Ningún hombre carece de algunas cualidades atenuantes. En el caso del Che Guevara, esas cualidades pueden ayudarnos a medir el abismo que separa a la realidad del mito. Su honestidad (quiero decir: honestidad parcial) significa que dejó testimonio escrito de sus crueldades, incluido lo muy malo, aunque no lo peor. Su coraje—que Castro describió como "su manera, en los momentos difíciles y peligrosos, de hacer las cosas más difíciles y peligrosas"—significa que no vivió para asumir la plena responsabilidad por el infierno de Cuba. El mito puede decir tanto acerca de una época como la verdad. Y es así que gracias a los propios testimonios que el Che brinda de sus pensamientos y de sus actos, y gracias también a su prematura desaparición, podemos saber exactamente cuan engañados están muchos de nuestros contemporáneos respecto de muchas cosas.

Guevara puede haberse enamorado de su propia muerte, pero estaba mucho más enamorado de la muerte ajena. En abril de 1967, hablando por experiencia, resumió su idea homicida de la justicia en su "Mensaje a la Tricontinental": “El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar”. Sus primeros escritos se encuentran también sazonados con esta violencia retórica e ideológica. A pesar de que su ex novia Chichina Ferreyra duda de que la versión original de los diarios de su viaje en motocicleta contenga la observación de "siento que mis orificios nasales se dilatan al saborear el amargo olor de la pólvora y de la sangre del enemigo," Guevara compartió con Granado en esa temprana edad esta exclamación: "¿Revolución sin disparar un tiro? Estás loco." En otras ocasiones el joven bohemio parecía incapaz de distinguir entre la frivolidad de la muerte como un espectáculo y la tragedia de las victimas de una revolución. En una carta a su madre en 1954, escrita en Guatemala, donde fue testigo del derrocamiento del gobierno revolucionario de Jacobo Arbenz, escribió: “Aquí estuvo muy divertido con tiros, bombardeos, discursos y otros matices que cortaron la monotonía en que vivía”.

La disposición de Guevara cuando viajaba con Castro desde México a Cuba a bordo del Granma es capturada en una frase de una carta a su esposa que redactó el 28 de enero de 1957, no mucho después de desembarcar, publicada en su libro Ernesto: Una Biografía del Che Guevara en Sierra Maestra: “Estoy en la manigua cubana, vivo y sediento de sangre”. Esta mentalidad había sido reforzada por su convicción de que Arbenz había perdido el poder debido a que había fallado en ejecutar a sus potenciales enemigos. En una carta anterior a su ex novia Tita Infante había observado que “Si se hubieran producido esos fusilamientos, el gobierno hubiera conservado la posibilidad de devolver los golpes”. No sorprende que durante la lucha armada contra Batista, y luego tras el ingreso triunfal en La Habana, Guevara asesinara o supervisara las ejecuciones en juicios sumarios de muchísimas personas—enemigos probados, meros sospechados y aquellos que se encontraban en el lugar equivocado en el momento equivocado.

En enero de 1957, tal como lo indica su diario desde la Sierra Maestra, Guevara le disparó a Eutimio Guerra porque sospechaba que aquel se encontraba pasando información: “Acabé con el problema dándole un tiro con una pistola del calibre 32 en la sien derecha, con orificio de salida en el temporal derecho...sus pertenencias pasaron a mi poder”. Más tarde mató a tiros a Aristidio, un campesino que expresó el deseo de irse cuando los rebeldes siguieran su camino. Mientras se preguntaba si esta victima en particular "era en verdad lo suficientemente culpable como para merecer la muerte," no vaciló en ordenar la muerte de Echevarría, el hermano de uno de sus camaradas, en razón de crímenes no especificados: "Tenía que pagar el precio." En otros momentos simularía ejecuciones sin llevarlas a cabo, como un método de tortura psicológica.

Luis Guardia y Pedro Corzo, dos investigadores que se encuentran trabajando en Florida en un documental sobre Guevara, han obtenido el testimonio de Jaime Costa Vázquez, un ex comandante del ejército revolucionario conocido como "El Catalán," quien sostiene que muchas de las ejecuciones atribuidas a Ramiro Valdés (futuro ministro del interior de Cuba) fueron responsabilidad directa de Guevara, debido a que Valdés se encontraba bajo sus ordenes en las montañas. “Ante la duda, mátalo” fueron las instrucciones del Che. En vísperas de la victoria, según Costa, el Che ordenó la ejecución de un par de docenas de personas en Santa Clara, en Cuba central, hacia donde había marchado su columna como parte de un asalto final contra la isla. Algunos de ellos fueron muertos en un hotel, como ha escrito Marcelo Fernándes-Zayas, otro ex revolucionario que después se convertiría en periodista (agregando que entre los ejecutados había campesinos conocidos como casquitos que se habían unido al ejército simplemente para escapar del desempleo).

Pero la "fría máquina de matar" no dio muestra de todo su rigor hasta que, inmediatamente después del colapso del régimen de Batista, Castro lo pusiera a cargo de la prisión de La Cabaña. (Castro tenía un buen ojo clínico para escoger a la persona perfecta para proteger a la revolución contra la infección.) San Carlos de La Cabaña es una fortaleza de piedra que fue utilizada para defender a La Habana contra los piratas ingleses en el siglo dieciocho; más tarde se convirtió en un cuartel militar. De una manera que evoca al escalofriante Lavrenti Beria, Guevara presidió durante la primera mitad de 1959 uno de los periodos más oscuros de la revolución. José Vilasuso, abogado y profesor en la Universidad Interamericana de Bayamón en Puerto Rico, quien pertenecía al grupo encargado del proceso judicial sumario en La Cabaña, me dijo recientemente que

“El Che dirigió la Comisión Depuradora. El proceso se regía por la ley de la sierra: tribunal militar de hecho y no jurídico, y el Che nos recomendaba guiarnos por la convicción. Esto es: “Sabemos que todos son unos asesinos, luego proceder radicalmente es lo revolucionario”. Miguel Duque Estrada era mi jefe inmediato. Mi función era de instructor. Es decir legalizar profesionalmente la causa y pasarla al ministerio fiscal, sin juicio propio alguno. Se fusilaba de lunes a viernes. Las ejecuciones se llevaban a cabo de madrugada, poco después de dictar sentencia y declarar sin lugar (de oficio) la apelación. La noche más siniestra que recuerdo se ejecutaron siete hombres”.

Javier Arzuaga, el capellán vasco que les brindaba consuelo a aquellos condenados a morir y que presenció personalmente docenas de ejecuciones, habló conmigo recientemente desde su casa en Puerto Rico. Ex sacerdote católico de setenta y cinco años de edad, quien se describe como "más cercano a Leonardo Boff y a la Teología de la Liberación que al ex cardenal Cardinal Ratzinger," Arzuaga recuerda que

“La cárcel de La Cabaña se mantuvo llena a rebosar. Sobre 800 hombres hacinados en un espacio pensado para no más de 300: militares batistianos o miembros de algunos de los cuerpos de la policía, algunos “chivatos”, periodistas, empresarios o comerciantes. El juez no tenía por qué ser hombre de leyes; sí, en cambio, pertenecer al ejército rebelde, al igual que los compañeros que ocupaban con él la mesa del tribunal. Casi todas las vistas de apelación estuvieron presididas por el Che Guevara. No recuerdo ningún caso cuya sentencia fuera revocada en esas vistas. Todos los días yo visitaba la “galera de la muerte”, donde permanecían los prisioneros desde que eran sentenciados a muerte. Corrió la voz de que yo hipnotizaba a los condenados antes de salir para el paredón y que por eso se daban tan fáciles las cosas, sin escenas desagradables, y el Che Guevara dio orden de que nadie fuera conducido al paredón sin que yo estuviera presente. Yo asistí a 55 fusilamientos hasta el mes de mayo, cuando me fui. Eso no quiere decir que no se siguiera fusilando. Herman Marks era un americano, se decía que era prófugo de la justicia. Lo llamábamos “el carnicero” porque gozaba gritando “pelotón, atención, preparen, apunten, fuego”. Conversé varias veces con el Che con el fin de interceder por determinadas personas. Recuerdo muy bien el caso de Ariel Lima que era menor de edad, pero fue inflexible. Lo mismo puedo decir de Fidel Castro, a quien acudí también en dos ocasiones con igual propósito. Sufrí un trauma. A finales de mayo me sentía mal y se me recomendó abandonar la parroquia de Casa Blanca, dentro de cuyos límites se encontraba La Cabaña y que yo había atendido en los últimos tres años. Me fui a México para un tratamiento. Cuando nos despedíamos, el Che Guevara me dijo que nos habíamos llevado bien, tratando los dos de sacar el otro de su campo para atraerlo al de uno. “Hemos fracasado los dos. Cuando nos quitemos las caretas que hemos llevado puestas, seremos enemigos frente a frente”.

¿Cuánta gente fue asesinada en La Cabaña? Pedro Corzo ofrece una cifra de unos doscientos, similar a la proporcionada por Armando Lago, un profesor de economía retirado que ha compilado una lista de 179 nombres como parte de un estudio de ocho años sobre las ejecuciones en Cuba. Vilasuso me dijo que cuatrocientas personas fueron ejecutadas entre el mes de enero y fines de junio de 1959 (fecha en el que el Che dejó de estar a cargo de La Cabaña). Los cables secretos enviados por la Embajada de los Estados Unidos en La Habana al Departamento de Estado en Washington hablan de "más de 500." Según Jorge Castañeda, uno de los biógrafos de Guevara, un católico vasco simpatizante de la revolución, el fallecido Padre Iñaki de Aspiazú, hablaba de setecientas victimas. Félix Rodríguez, un agente de la CIA quien fue parte del equipo a cargo de la captura de Guevara en Bolivia, me dijo que él encaró al Che después de su captura respecto de "las dos mil y pico" ejecuciones por las que fue responsable durante su vida. "Dijo que todos eran agentes de la CIA y no se refirió a la cifra," recuerda Rodríguez. Las cifras más altas pueden incluir ejecuciones que tuvieron lugar en los meses posteriores a la fecha en que el Che dejó de estar a cargo de la prisión.

Lo cual nos trae de regreso a Carlos Santana y a su elegante indumentaria del Che. En una carta abierta publicada en El Nuevo Herald el 31 de marzo de este año, el gran músico de jazz Paquito D''''''''Rivera reprochó a Santana su vestuario en la ceremonia de los Premios Oscar, y agregó: “Uno de esos cubanos fue mi primo Bebo, preso allí precisamente por ser cristiano. El me cuenta siempre con amargura cómo escuchaba desde su celda en la madrugada los fusilamientos sin juicio de mucho que morían gritando “¡Viva Cristo Rey!”.

El ansia de poder del Che tenía otras maneras de expresarse además del asesinato. La contradicción entre su pasión por viajar—una especie de protesta contra las limitaciones del estado-nación—y su impulso por convertirse en un estado esclavizante en relación a otras personas es patético. Al escribir acerca de Pedro Valdivia, el conquistador de Chile, Guevara reflexionaba: "Pertenecía a esa clase especial de hombres a los que la especie produce de vez en cuando, en quienes un anhelo por el poder ilimitado es tan extremo que cualquier sufrimiento para lograrlo parece natural." Podría haber estado describiéndose así mismo. En cada etapa de su vida adulta, sus megalomanía se manifestaba en el impulso depredador por apoderarse de las vidas y de la propiedad de otras personas, y de abolir su libre voluntad.

En 1958, después de tomar la ciudad de Sancti Spiritus, Guevara intento sin éxito imponer una especie de sharia, regulando las relaciones entre los hombres y las mujeres, el uso del alcohol, y el juego informal—un puritanismo que no caracterizaba precisamente su propia forma de vida. Les ordenó también a sus hombres que asaltaran bancos, una decisión que justificó en una carta a Enrique Oltuski, un subordinado, en noviembre de ese año: "Las masas que luchan están de acuerdo con asaltar a los bancos porque ninguno de ellos tiene un centavo en los mismos." Esta idea de la revolución como una licencia para reasignar la propiedad según le conviniese condujo al puritano marxista a apoderarse de la mansión de un emigrante tras el triunfo de la revolución.

El impulso de desposeer a los demás de su propiedad y de reclamar la propiedad del territorio de otros fue central a la política opresiva de Guevara. En sus memorias, el líder egipcio Gamal Abdel Nasser cuenta que Guevara le preguntó cuántas personas habían abandonado su país debido a la reforma agraria. Cuando Nasser replicó que ninguna, el Che contestó enojado que la manera de medir la profundidad del cambio es a través del número de individuos "que sienten que no hay lugar para ellos en la nueva sociedad." Este instinto depredador alcanzó un apoteosis en 1965, cuando empezó a hablar, como Dios, acerca del "Hombre Nuevo" que él y su revolución crearían.

La obsesión del Che con el control colectivista lo llevó a colaborar en la formación del aparato de seguridad que fue establecido para subyugar a seis millones y medio de cubanos. A comienzos de 1959, una serie de reuniones secretas tuvo lugar en Tarará, cerca de La Habana, en la mansión a la cual el Che temporalmente se retiró para recuperarse de una enfermedad. Allí fue donde los líderes principales, incluido Castro, diseñaron al estado policíaco cubano. Ramiro Valdés, subordinado del Che durante la guerra de guerrillas, fue puesto al mando del G-2, un cuerpo inspirado en la Cheka. Angel Ciutah, un veterano de la Guerra Civil española enviado por los soviéticos que había estado muy cerca de Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, y que más tarde entablaría amistad con el Che, desempeñó un papel fundamental en la organización del sistema, junto con Luis Alberto Lavandeira, quien había servido al jefe en La Cabaña. El propio Guevara se hizo cargo del G-6, el grupo al que se le encomendó el adoctrinamiento ideológico de las fuerzas armadas. La invasión respaldada por los EE.UU. de Bahía de Cochinos en abril de 1961 se convirtió en la ocasión perfecta para consolidar al nuevo estado policíaco, con el acorralamiento de decenas de miles de cubanos y una nueva serie de ejecuciones. Como el mismo Guevara le expresó al embajador soviético Sergei Kudriavtsev, los contrarrevolucionarios nunca "volverían a levantar su cabeza."

"Contrarrevolucionario" es el término que se le aplicaba a cualquiera que se apartara del dogma. Era el equivalente comunista de "hereje." Los campos de concentración eran una forma en la cual el poder dogmático era empleado para suprimir el disenso. La historia le atribuye al general español Valeriano Weyler, el capitán general de Cuba a finales del siglo diecinueve, haber empleado por vez primera a la palabra "concentración" para describir la política de cercar a las masas de potenciales opositores—en su caso a los simpatizantes del movimiento independentista cubano—con alambre de púas y empalizadas. Qué irónico (y apropiado) que los revolucionarios de Cuba más de medio siglo después continuasen con esta tradición local. Al principio, la revolución movilizó a voluntarios para construir escuelas y para trabajar en los puertos, plantaciones, y fábricas—todas ellas exquisitas oportunidades fotográficas para el Che el estibador, el Che el cortador de caña, el Che el fabricante de telas. No pasó mucho tiempo antes de que el trabajo voluntario se volviese un poco menos voluntario: el primer campamento de trabajos forzados, Guanahacabibes, fue establecido en Cuba occidental hacia el final de 1960. Así es como el Che explicaba la función desempeñada por este método de confinamiento: “A Guanahacabibes se manda a la gente que no debe ir a la cárcel , la gente que ha cometido faltas a la moral revolucionaria de mayor o menor grado...es trabajo duro, no trabajo bestial”.

Este campamento fue el precursor del confinamiento sistemático, a partir de 1965 en la provincia de Camagüey, de disidentes, homosexuales, victimas del SIDA, católicos, Testigos de Jehová, sacerdotes afro-cubanos, y otras escorias por el estilo, bajo la bandera de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Hacinados en autobuses y camiones, los "desadaptados" serían transportados a punta de pistola a los campos de concentración organizados sobre la base del modelo de Guanahacabibes. Algunos nunca regresarían; otros serían violados, golpeados, o mutilados; y la mayoría quedarían traumatizados de por vida, como el sobrecogedor documental de Néstor Almendros Conducta Impropia se lo mostrara al mundo un par de décadas atrás.

De esta manera, la revista Time parece haber errado en agosto de 1960 cuando describió a la división del trabajo de la revolución con una nota de tapa presentando al Che Guevara como el "cerebro," a Fidel Castro como el "corazón" y a Raúl Castro como el "puño." Pero la percepción revelaba el papel crucial de Guevara en hacer de Cuba un bastión del totalitarismo. El Che era de alguna manera un candidato improbable para la pureza ideológica, dado su espíritu bohemio, pero durante los años de entrenamiento en México y en el periodo resultante de la lucha armada en Cuba emergió como el ideólogo comunista locamente enamorado de la Unión Soviética, en gran medida para molestia de Castro y de otros que eran esencialmente oportunistas dispuestos a utilizar cualquier medio necesario para ganar poder. Cuando los aspirantes a revolucionarios fueron arrestados en México en 1956, Guevara fue el único que admitió que era un comunista y que estaba estudiando ruso. (Habló abiertamente de su relación con Nikolai Leonov de la Embajada Soviética.) Durante la lucha armada en Cuba, forjó una férrea alianza con el Partido Socialista Popular (el partido comunista de la isla) y con Carlos Rafael Rodríguez, un jugador importante en la conversión del régimen de Castro al comunismo.

Esta fanática disposición convirtió al Che en una parte esencial de la "sovietización" de la revolución que se había jactado reiteradamente de su carácter independiente. Muy poco después de que los barbudos llegaran al poder, Guevara participó de negociaciones con Anastas Mikoyan, el vice primer ministro soviético, quien visitó Cuba. Le fue confiada la misión de promover las negociaciones soviético-cubanas durante una visita a Moscú a finales de 1960. (La misma fue parte de un largo viaje en el cual la Corea del Norte de Kim Il Sung fue el país que “más” le impresionó.) El segundo viaje a Rusia de Guevara, en agosto de 1962, fue aún más significativo, en razón de que el mismo selló el acuerdo para convertir a Cuba en una cabeza de playa nuclear soviética. Se reunió con Khrushchev en Yalta para finalizar los detalles sobre una operación que ya se había iniciado y que involucraba la introducción en la isla de cuarenta y dos misiles soviéticos, la mitad de los cuales estaban armados con ojivas nucleares, así como también lanzadores y unos cuarenta y dos mil soldados. Tras presionar a sus aliados soviéticos sobre el peligro de que los Estados Unidos pudiesen descubrir lo que estaba aconteciendo, Guevara obtuvo garantías de que la marina soviética intervendría—en otras palabras, de que Moscú estaba preparada para ir a la guerra.

Según la biografía de Guevara de Philippe Gavi, el revolucionario había alardeado que "su país se encuentra deseoso de arriesgarlo todo en una guerra atómica de inimaginable capacidad destructiva para defender un principio." Apenas después de finalizada la crisis de los misiles cubanos—cuando Khrushchev renegó de la promesa hecha en Yalta y negoció un acuerdo con los Estados Unidos a espaldas de Castro que incluía la remoción de los misiles estadounidenses de Turquía—Guevara dijo a un periódico comunista británico: "Si los cohetes hubiesen permanecido, los hubiésemos utilizado a todos y dirigido contra el mismo corazón de los Estados Unidos, incluida Nueva York, en nuestra defensa contra la agresión." Y un par de años más tarde, en las Naciones Unidas, fue leal a las formas: "Como marxistas hemos sostenido que la coexistencia pacífica entre las naciones no incluye a la coexistencia entre los explotadores y el explotado."

Guevara se distanció de la Unión Soviética en los últimos años de su vida. Lo hizo por las razones equivocadas, culpando a Moscú por ser demasiado blando ideológica y diplomáticamente, y hacer demasiadas concesiones—a diferencia de la China maoísta, a la cual llegó a ver como un refugio de la ortodoxia. En octubre de 1964, un memo escrito por Oleg Daroussenkov, un funcionario soviético cercano a él, cita a Guevara diciendo: "Les pedimos armas a los checoslovacos; y nos rechazaron. Luego se las pedimos a los chinos; dijeron que sí en pocos días, y ni siquiera nos cobraron, declarando que uno no le vende armas a un amigo." En realidad, Guevara se resintió por el hecho de que Moscú le estaba solicitando a otros miembros del bloque comunista, incluida Cuba, algo a cambio de su colosal ayuda y de su apoyo político. Su ataque final contra Moscú llegó en Argelia, en febrero de 1965, en una conferencia internacional en la que acusó a los soviéticos de adoptar la "ley del valor," es decir, el capitalismo. Su ruptura con los soviéticos, en síntesis, no fue un grito en favor de la independencia. Fue un alarido al estilo de Enver Hoxha en aras de la total subordinación de la realidad a la ciega ortodoxia ideológica.

El gran revolucionario tuvo una oportunidad de poner en práctica su visión económica—su idea de la justicia social—como director del Banco Nacional de Cuba y del Departamento de Industria del Instituto Nacional de la Reforma Agraria a fines de 1959, y, desde principios de 1961, como ministro de industria. El periodo en el cual Guevara estuvo a cargo de la mayor parte de la economía cubana atestiguó el cuasi colapso de la producción de azúcar, el fracaso de la industrialización y la introducción del racionamiento—todo esto en el que había sido uno de los cuatros países económicamente más exitosos de América Latina desde antes de la dictadura de Batista.

Su tarea como director del Banco Nacional, durante la cual imprimió billetes que llevaban la firma "Che," ha sido sintetizada por su asistente, Ernesto Betancourt: “Encontré en el Che una ignorancia absoluta de los principios más elementales de la economía”. Los poderes de percepción de Guevara respecto de la economía mundial fueron muy bien expresados en 1961, durante una conferencia hemisférica celebrada en Uruguay, donde predijo una tasa de crecimiento para Cuba del 10 por ciento "sin el menor temor," y, para 1980, un ingreso per capita mayor que el de "los EE.UU. en la actualidad." En verdad, hacia 1997, el trigésimo aniversario de su muerte, los cubanos se encontraban bajo una dieta consistente en una ración de cinco libras de arroz y una libra de frijoles por mes; cuatro onzas de carne dos veces al año; cuatro onzas de pasta de soja por semana; y cuatro huevos por mes.

La reforma agraria le quitó tierra al rico, pero se la dio a los burócratas, no a los campesinos. (El decreto fue redactado en la casa del Che.) En el nombre de la diversificación, el área cultivada fue reducida y la mano de obra disponible distraída hacia otras actividades. El resultado fue que entre 1961 y 1963, la cosecha se redujo a la mitad: apenas unos 3,8 millones de toneladas métricas. ¿Se justificaba este sacrificio por el fomento de la industrialización cubana? Desdichadamente, Cuba carecía de materias primas para la industria pesada, y, como una consecuencia de la redistribución revolucionaria, no contaba con una moneda sólida con la cual adquirirlas—o incluso adquirir los productos básicos. Para 1961, Guevara estaba teniendo que dar explicaciones embarazosas a los trabajadores en la oficina: "Nuestros camaradas técnicos en las compañías han producido una pasta dental... tan buena como la anterior; limpia exactamente lo mismo, a pesar de que después de un tiempo se vuelve una piedra." Para 1963, todas las esperanzas de industrializar a Cuba fueron abandonadas, y la revolución aceptó su rol de proveedora colonial de azúcar al bloque soviético a cambio de petróleo para cubrir sus necesidades y para revenderlo a otros países. Durante las tres décadas siguientes, Cuba sobreviviría en base a un subsidio soviético de más o menos entre $65 mil millones y $100 mil millones.

Habiendo fracasado como héroe de la justicia social, ¿merece Guevara un lugar en los libros de historia como un genio de la guerra de guerrillas? Su mayor logro militar en la lucha contra Batista—la toma de la ciudad de Santa Clara después de emboscar un tren con pesados refuerzos—es seriamente cuestionado. Numerosos testimonios indican que el conductor del tren se rindió de antemano, acaso tras aceptar sobornos. (Gutiérrez Menoyo, quien dirigía un grupo guerrillero diferente en esa área, está entre aquellos que han criticado la historia oficial de Cuba sobre la victoria de Guevara.) Inmediatamente después del triunfo de la revolución, Guevara organizó ejércitos guerrilleros en Nicaragua, la República Dominicana, Panamá, y Haití—todos los cuales fueron aplastados. En 1964, envió al revolucionario argentino Jorge Ricardo Masetti a su muerte al persuadirlo de que montase un ataque contra su país natal desde Bolivia, justo después de que la democracia representativa había sido restablecida en la Argentina.

Particularmente desastrosa fue la expedición al Congo en 1965. Guevara se alió con dos rebeldes—Pierre Mulele en el oeste y Laurent Kabila en el este—contra el desagradable gobierno congoleño, el cual era sostenido por los Estados Unido, por mercenarios sudafricanos y exiliados cubanos. Mulele había tomado posesión de Stanleyville antes de ser repelido. Durante su reinado de terror, tal como lo ha escrito V.S. Naipaul, asesinó a todos aquellos que podían leer y a todos los que vestían una corbata. Respecto del otro aliado de Guevara, Laurent Kabila, se trataba meramente de un perezoso y un corrupto por aquel entonces; pero el mundo descubriría en los años 90 que también él era una máquina de matar. En cualquier caso, Guevara se pasó gran parte de 1965 ayudando a los rebeldes en el este antes de abandonar el país de manera ignominiosa. Poco tiempo después, Mobutu llegó al poder e instaló una tiranía de décadas. (En los países latinoamericanos, de Argentina al Perú, las revoluciones inspiradas en el Che tuvieron el mismo resultado practico de reforzar el militarismo brutal durante muchos años.)

En Bolivia, el Che fue nuevamente derrotado, y por última vez. Malinterpretó la situación local. Una reforma agraria había tenido lugar unos años antes; el gobierno había respetado muchas de las instituciones de las comunidades campesinas; y el ejército era cercano a los Estados Unidos a pesar de su nacionalismo. "Las masas campesinas no nos ayudan en absoluto" fue la melancólica conclusión de Guevara en su diario boliviano. Aún peor, Mario Monje, el líder comunista local, quien no tenía estómago para una guerra de guerrillas tras haber sido humillado en los comicios, condujo a Guevara hacia una ubicación vulnerable en el sudeste del país. Las circunstancias de la captura del Che en la quebrada del Yuro, poco después de reunirse con el intelectual francés Régis Debray y el pintor argentino Ciro Bustos, ambos arrestados cuando abandonaban el campamento, fueron, como gran parte de la expedición boliviana, cosa de aficionados.

Guevara fue ciertamente audaz y corajudo, y rápido para organizar la vida en base a principios militares en los territorios bajo su control, pero no era un General Giap. Su libro La Guerra de Guerrillas enseña que las fuerzas populares pueden vencer a un ejército, que no es necesario aguardar a que se den las condiciones necesarias ya que un foco insurreccional puede provocarlos, y que el combate debe tener lugar principalmente en el campo. (En su receta para la guerra de guerrillas, reserva también para las mujeres el rol de cocineras y enfermeras.) Sin embargo, el ejército de Batista no era un ejército sino un corrupto manojo de matones carente de motivación y sin mucha organización; los focos guerrilleros, con la excepción de Nicaragua, terminaron todos en cenizas para los foquistas, y América Latina se ha vuelto urbana en un 70 por ciento en estas últimas cuatro décadas. Al respecto, también, el Che Guevara fue un cruel alucinado.

En las últimas décadas del siglo diecinueve, Argentina tenía la segunda tasa de crecimiento más grande del mundo. Hacia la década de 1890, el ingreso real de los trabajadores argentinos era superior al de los trabajadores suizos, alemanes, y franceses. Para 1928, ese país ocupaba el duodécimo lugar en el mundo en cuanto a su PBI per capita. Ese logro, que las siguientes generaciones arruinarían, se debió en gran medida a Juan Bautista Alberdi.

Al igual que Guevara, a Alberdi le gustaba viajar: caminó a través de las pampas y de los desiertos de norte a sur a los catorce años de edad, rumbo a Buenos Aires. Como Guevara, Alberdi se oponía a un tirano, Juan Manuel Rosas. Igual que Guevara, Alberdi tuvo la oportunidad de influir sobre un líder revolucionario en el poder—Justo José de Urquiza, quien derrocó a Rosas en 1852. Como Guevara, Alberdi representó al nuevo gobierno en giras mundiales, y murió en el exterior. Pero a diferencia del viejo y nuevo predilecto de la izquierda, Alberdi nunca mató una mosca. Su libro, Bases y puntos de partida para la organización de la República Argentina, fue la base de la Constitución de 1853 que limitó el Estado, abrió el comercio, alentó la inmigración y aseguró los derechos de propiedad, inaugurando de ese modo un periodo de setenta años de asombrosa prosperidad. No se entremetió en los asuntos de otras naciones, oponiéndose a la guerra de su país contra Paraguay. Su semblante no adorna el abdomen de Mike Tyson.


Este trabajo fue originalmente publicado en inglés por la revista The New Republic bajo el titulo de The Killing Machine: Che Guevara, from Communist Firebrand to Capitalist Brand, en sus ediciones del 11 y 18 de julio de 2005. Traducido por Gabriel Gasave


jueves, febrero 15, 2007

Been there, done that.

"¡El bolívar va recuperar todo el terreno perdido ante el dólar, el euro y todas las monedas del mundo!"

Si claro, como no. El bravucón continental lanza su última bravuconada. Según el, quitarle tres ceros al bolívar y bajar el impuesto al IVA pondrá a la moneda venezolana a la par de las monedas del mundo.

El genio de la economía, autor del milagro venezolano, no entiende que para lograr una moneda fuerte, es necesario respaldarla con una economía fuerte. No de una economía adicta a los petrodólares.

Para nivelar los ingresos fiscales, se planean nuevos impuestos al patrimonio y la optimización de l impuesto sobre la renta.

En pocas palabras, Venezuela esta siguiendo exactamente el camino contrario al de Irlanda, Rusia, los países bálticos, Eslovenia, Polonia, etc. En vez de bajar los impuestos a la renta y simplificar el régimen fiscal para generar un ambiente atractivo a la inversión y a la actividad productiva, baja los impuestos al consumo.

Pobre Venezuela.

miércoles, febrero 14, 2007

La Verdad es la Desdicha (del peje) 6a Edición

A toda persona que este contemplando la posibilidad de ver el sexto infomercial del peje le extendemos una advertencia: es inmamable.

Mientras que los primeros programas podían tolerarse por ser la novedad y por el atractivo del humor de pena ajena, el más reciente es la quintaesencia de lo patético.

Normalmente toleramos ver los pejeinfomerciales tratando de buscar pequeñas gemas como Electro Marx pero esta última edición resultó ser más de lo que podíamos tolerar. Tuvimos que verlo casi todo en fast forward.

El falso (como casi todo en la vida del peje) tema del programa es la privatización de Pemex. Básicamente el peje y su fiel perra de pelea Claudia Sheinbaum afirman que "el espurio" esta a un paso de regalarle a los Señores del Dinero el tesoro nacional.

La segunda parte del programa corre por cuenta de la Resistencia Creativa Resistencia a la Creatividad de Jesusa y Cia. En esta ocasión, Jesusa hace otra de sus interpretaciones de pacotilla recreando a Pedro Infante.

Básicamente se confiesan como unos "consumistas y agachados" y aprovechan el espacio para culpar a Lorenzo Servitje y a Maseca de los grandes males del país. Ni más ni menos que la lógica tan acertada de Hugo Chávez. ¿Qué otra cosa podemos esperar de la autora del viaje más alucinógeno jamás hecho a Santa Fe?

¿Porqué Jesusa Rodríguez odia tanto a Servitje? No creemos que Jesusa sea tan idiotacomo para creer que Servitje es la reencarnación de Satán. La realidad es que lo odia porque es un empresario que tiene mucho dinero y sobretodo porque es sumamente conservador. Es la misma intolerancia, el mismo odio que tiene un homofóbico a un/una homosexual. Al odiar con tanta fuerza a Servitje, Jesusa practica el mismo fundamentalismo que tanto acusa.

No se pierda la crítica a este sexto aborto televisivo lleno de mentiras, prejuicios y radicalismo en La Verdad sea Maldicha.

Es el turno de los supermercados.

Nuestro populista favorito, Hugo Chávez lanza una amenaza a los supermercados en Venezuela ante la escasez de productos básicos:

“Denme un pretexto (....), estoy todavía haciendo un esfuerzo de paciencia; he mandado mensajes a productores, intermediarios, mataderos, frigoríficos y abastos, pero si siguen empeñados en violar los intereses del pueblo (...) les voy a quitar frigoríficos, abastos, supermercados y los voy a nacionalizar, así que prepárense”
Por su parte, los supermercados y productores aseguran que ante la escalada de precios resultado de la inflación más alta del continente, les es imposible vender sus productos al precio controlado por el gobierno.

Para todos aquellos que piensan que controlar artificialmente los precios (¿ley de precios competitivos del Peje?) es una buena idea, los resultados están a la vista: desabasto y pérdida de empleos.

Además el Payaso Continental dijo: “Allá en el barrio, cualquier abasto que venda la carne por encima del precio (oficial), denúncielo y entonces lo intervenimos; se lo damos para que lo maneje el consejo comunal, que estoy seguro no va a estar robando a su propia comunidad”. "Robando a la comunidad", bien por ese magistral uso de la atontada neurona del némesis de Mr. Danger. Le debería de entregar también el poder al "consejo comunal", estamos seguros que hará un mucho mejor trabajo para recuperar Venezuela de la larga noche de Hugo Chávez.


PRD: más fresco que nunca.

Se renueva el Partido Porril

Dolores Padierna y el señor que aparece detrás de las rejas están decididos a regresar al escenario político como si nada hubiera pasado.

La flamante secretaria de planeación del Partido Porril declara que su "pasado es honroso". Y probablemente sea cierto; antes de tener fama de invasora de terrenos, fraudes en casas habitación, beneficiaria del Fobaproa, cochupos con los empresarios de los giros negros la señora pudo haber tenido un pasado honroso.

Mientras tanto su esposo René Bejarano, amante de los maletines de dinero sucio eta planeando su regreso. Después de visitar el tanque y protagonziar uno de los videos más escandalosos de la vida política mexicana, el señor esta preparando un "frente amplio" para reivindicarse. Nunca olvidaremos la imagen de este sinvergüenza metiéndose fajos de billetes en todas las bolsas.





martes, febrero 13, 2007

¿Cómo solventar la escasez en Venezuela?

OK, los venezolanos no tuvieron carne de res la semana pasada y la inflación está por arriba de las tasas de interés. Pero no todo esta perdido:

¡Habrá ALÓ Presidente todos los días!

Con la inflación más alta de América (incluso más alta que en Haiti, el país más caotico y pobre de la región). ¿Qué mejor manera de solventar la escasez y calmar la ansiedad de la pérdida progresiva del valor adquisitivo que con una dósis diaria del mejor programa de televisión del mundo: Aló Presidente?

Aparte de esta medida también se anunció la eliminación del IVA en la carne y varios productos básicos y se amenazó tomar el control de los supermercados si continua el desabasto.




sábado, febrero 10, 2007

Lecciones de Economía III: El Populismo da Resultados


Escasez en los supermercados de Caracas.

Bienvenidos al Socialismo del Siglo XXI

El gobierno de Hugo Chávez esta pidiendo a los venezolanos abstenerse de realizar compras de pánico ante la escasez de bienes básicos.

Los productores y supermercados estan empezando a suspender la venta de ciertos productos que ya no es posible producir y vender con los controles de precios impuestos por el gobierno de Hugo Chávez hace algunos años.

A pesar de haber experimentado un crecimiento del 10% en 2006 y navegar en petrodólares, la inflación en Venezuela se ubicó en un 17% en 2006 -la más alta de América- y crece más rápido que en cualquier otro país del hemisferio.

En los supermercados se empiezan a ver los resultados del populismo puro y duro del Payaso Continental: Productos básicos como el azúcar, la carne y la leche empiezan a escasear y los controles de precios impuestos por el gobierno casi no se respetan. Llevar al aparador un kilo de carne cuesta USD $ 5.32 sin considerar ninguna utilidad pero el gobierno fija el precio por kilo en USD$4.01. Ante esta situación y después de que un supermercado fuera cerrado por vender carne arriba del precio fijado, los supermercados de Caracas suspendieron la venta de carne esta semana.

El dólar en el mercado negro se cotiza en 4,000 bolívares (comprar dólares en Venezuela es muy difícil por los controles gubernamentales) mientras que el precio oficial de la divisa es de 2,150 bolívares.

La situación en este Imperio de la Alegría sudamericano no es muy prometedora. Ante la erosión del poder adquisitivo de los venezolanos, las opciones para mantener el valor del dinero son nulas:
  • Convertir su dinero a dólares es ilegal.
  • Depositar el dinero en una cuenta bancaria no sirve de nada. Con una inflación del 17% y el bolívar perdiendo rápidamente su valor en el mercado negro los ahorros pierden su valor día tras día.
  • Invertir en bienes raíces, una opción natural y conservadora para mantener el valor del dinero ha dejado de ser una opción ante el riesgo de expropiación. (Chávez ha anunciado medidas contra los artículos de lujo y bienes raíces).
  • Esta prohibido sacar dinero de Venezuela (si desea hacer un viaje al exterior, la cantidad de dinero que puede llevar es muy limitada).
Con el gasto social en los niveles históricos más altos de la historia (resultado de los programas sociales de Hugo Chávez y permitido por el gran flujo de petrodólares) la economía venezolana esta siendo incapaz de absorber el exceso de liquidez. No se están generando los suficientes productos y servicios y esto combinado a los controles sobre la libertad del dinero han empujado la inflación arriba de las tasas de interés.

En el momento en que la inflación se ubica arriba de las tasas de interés se desencadena una euforia por el consumo de mercancías como automóviles, televisiones, refrigeradores, etc. La venta de automóviles creció un 40% solo en Enero. Esto a su vez, presiona al bolívar al aumentar la demanda de dólares necesarios para importar estos productos.

Para empezar a dar una probadita a los Venezolanos del Socialismo del Siglo XXI, el gobierno instaló el fin de semana pasado un mercado gigante al aire libre en donde se formaron largas filas para comprar productos básicos a precios controlados. ¡Como en Cuba!

Así mismo, el gobierno de Hugo Chávez prepara la importación de 330 toneladas de carne de res de Bolivia. Esperemos, por el bien de Evo, que no le pague con trueque.



Arrranca la Convneción del Partido Porril

Empiezan a salir los primeros resultados de la Convención:

La primera es una noticia que nos atacó con ternura y lástima

Se nos acabó uno de nuestros principales "divertimentos". Gerardo Fernández Noroña no será más el vocero del Partido Porril.

Al parecer el único punto en el que se pudieron poner de acuerdo es en el terrible daño que le ha provocado a la imagen de la Unión de Tribus Porril.

Aunque Fernández Noroña es un elemento representativo del nivel en el que se encuentra el PRD. Los excesos de este valiente guerrero de la resistencia y retador altanero dejaron de ser del agrado del algunos perredistas.

Aunque Noroña no podrá volver a ladrar la posición del Partido Porril, seguirá conservando su credencial del gobierno legítmo con la que podrá seguir invocando a las autoridades para que le faciliten la realización de sus tareas.

Sin duda lo vamos a extrañar y esperamos que no haga berrinche y continúe haciéndonos pasar momentos de risa loca con sus aventuras.

Frenan al Peje y Leonel Cota tira a la basura a Ana Rosa Payán

El Partido Porril tiene muy claro que clase de desperdicios políticos pueden asociarse. Así pues, mientras Manuel Camacho, el expriista corrupto y validador de fraudes (de los reales) es una figura estelar y cercana a AMLO. Ana Rosa Payán no es bienvenida por mocha y ardida.

Así que el criterio esta bien definido, hoy por hoy, solo se aceptan expriistas rupestres (como AMLO) en el Partido Porril. Demócratas abstenerse.



viernes, febrero 02, 2007

Lecciones de Economía II

Hugo Chávez se dirige al Presidente de México: “Yo creo que little gentleman es un big ignorant”, ¿cómo se dice ignorante (en inglés) ? (...) Donkey? (Burro) Bueno, yo creo que este señor presidente no tiene idea de lo que está diciendo”, dijo algo enredado en el idioma Chávez, quien llama “caballerito” a Calderón.
“Vayan a ver la pobreza en México cómo ha crecido y ¿por qué será que están haciendo el muro?, ¿cuál será la razón del muro? No es otra que tratar de impedir la avalancha de la gran bestia –utilizo la frase de los imperialistas– de los pobres”, dijo Chávez.

Chávez es un genio de la economía. En este vídeo explica como ha mantenido el impresionante crecimiento de la economía Venezolana (que nada tiene que ver con el petroleo como muchos fascistas señalan tratando de restar crédito al genio venezolano):